Retomo la entrevista de la entrada anterior. El profesor Meyer nos ha explicado ya el camino que va desde las crecientes hostilidades entre el gobierno surgido de la revolución y la iglesia católica, hasta el levantamiento campesino que acaba por constituir un ejército rebelde extendido por una amplia zona de la República. En esta segunda parte, abordaremos el desarrollo del conflicto y la consolidación del movimiento cristero, la búsqueda de la pacificación a través de diversas instancias, los célebres arreglos del 29, y ese largo epígono de la guerra, durante la siguiente década, que fue conocido como «La Segunda».
La guerra
11- ¿De qué manera fue aglutinándose la tropa cristera? ¿Qué dimensión llegó a alcanzar en su época de máximo apogeo?
Jean Meyer (clica el enlace para escuchar los audios)
[…] «Éramos muy verdes», me decía uno de mis testigos […] Llegaron a sumar más de 45.000 hombres distribuidos en 17 estados.
12- Y el gobierno que veía crecer y fortalecerse esa resistencia a pesar de las sucesivas campañas del ejército, ¿no desesperaba? ¿Nadie le advertía a Calles del peligro ante tal desgaste?
[…] Decía el senador jalisciense Juan de Dios Robledo: «es necesario encontrar una solución». […] Morrow veía improbable la pacificación por las armas.
13- De manera que los arreglos ya estaban anunciándose: ¿cuándo se alcanza finalmente el acuerdo? ¿Es verdad que hubo intentos anteriores pero fueron frustrados?
[…] Los arreglos se deben a esa situación de empate militar. […] Obregón, apenas reelegido, tenía cita esa misma tarde con Morrow para finiquitar la paz religiosa. Su asesinato, a manos de un joven católico exaltado, José de León Toral, la retrasó un año más.
El desenlace
14- Junto a los motivos que ya ha apuntado, ¿fue la cercanía de las elecciones presidenciales un factor decisivo en la agilización de los trámites para llegar al pacto con la Iglesia?
[…] Vasconcelos regresa del exilio y lanza una candidatura civilista, culta y los estudiantes salen a la calle. El gobierno se preocupa en serio. […] Gorostieta le ofreció una alianza al candidato…
15- Ahora que habla del general Gorostieta, durante mucho tiempo se tomó como cierta la historia de que se trataba de un oficial liberal, masón y descreído, que terminó regresando a la fe religiosa movido por el fervor de los combatientes cristeros. Sin embargo, la correspondencia que le ha hecho llegar su nieta parece demostrar que estábamos equivocados y que el general siempre fue un hombre creyente. ¿Qué nos puede decir sobre este punto?
[…] He recibido una correspondencia privada con su esposa que me obliga a cambiar mi opinión sobre lo que había dicho y lo que me habían dicho sobre el general Gorostieta
16- Volviendo al curso de los acontecimientos, nos encontramos ante el difícil trance que se le presenta al gobierno: la revuelta cristera parece más fuerte que nunca, en el ajedrez bélico la partida queda en tablas, y se aproximan las elecciones con un rival tan poderoso como Vasconcelos. Con todos estos factores, ¿cómo se llega a los Arreglos?
El 2 de junio Gorostieta muere en un zipi-zape […]. El gobierno pide negociar a los embajadores: ahora sí necesita la paz […] Roma dice: fue un malentendido, no hay problema, se reanudan los cultos. […] Morrow, a su esposa: «Margaret, le devolvimos la paz religiosa a este país».
17- Una vez establecido el acuerdo entre la Iglesia y el Estado, y restablecidos los cultos, ¿en qué situación quedaron los antiguos combatientes cristeros?
Los cristeros recibieron la promesa de una amnistía, ellos decían: amistarse. Amigos fueron los generales Charis y Ávila Camacho, quienes les advirtieron del peligro que corrían si volvían a sus pueblos…
La Segunda
18- A pesar de esta amnistía, unos años más tarde, a partir de 1932, volvemos a ver antiguos cristeros levantados en armas: ¿cuáles son las causas de este rebrote?
Se produjo una matanza selectiva de los principales jefes cristeros […]. Hay una segunda etapa de persecución religiosa, y ahora sí, de verdadera persecución religiosa.
19- ¿Por qué? ¿Tan grande fue el alcance de la persecución?
En 1935 o 36 solo dos países son condenados por la Liga de las Naciones por violaciones a la libertad religiosa: la Unión Soviética y México […] En el Tabasco de Garrido Canabal no quedaba ni un sacerdote, ni un solo templo.
20- ¿Qué dimensiones adquirió esta nueva revuelta? ¿Es cierto que contó con la oposición de la jerarquía católica?
Unos seis mil o siete mil: estamos lejos de los 45.000 de 1929. Ya no pueden llamarse cristeros. […] La Iglesia católica, desde Roma, había prohibido volver a levantarse en armas. «Ustedes no entienden la ciencia de perder ganando»
Colofón
Cuando preparé la edición para España de la novela Rescoldo, de Antonio Estrada (hijo del coronel cristero Florencio Estrada), quedé sobrecogido porque, junto a su extraordinaria belleza literaria, tuve la certeza de hallarme ante el testimonio más auténtico y veraz de aquella guerra. Con la evocación de esta obra y de la muy laureada versión cinematográfica que ha realizado Matías Meyer, Los últimos cristeros, pusimos fin a este apretado e intenso recorrido por el escenario heroico y sangriento de la guerra cristera.
Con las palabras de quien arrancó de un silencio vergonzante este doloroso fragmento de nuestra historia les dejo. ¡Muchas gracias, Dr. Meyer por enseñarnos a repensar el pasado y a aprender de él!
Jean Meyer (clica en el enlace para escuchar el último audio)
¡Menudo trabajazo te has dado, Gli! Nos has cocinado y puesto en mesa una síntesis que vale un potosí. Después de ver la peli me lo he tragado del tirón, para conocer más datos, para poner caras verdaderas… con decepción, claro, porque guapos, lo que se dice guapos, me parecen más los de «For greater glory», para ser sincera. Lo único es que no sé si lo he sabido hacer bien pero al bajarme los audios del profesor Meyer todo el rato escucho el mismo… ¿inepta que es una? ¿Para cuándo tu comentario de la peli?
Un abrazo y ¡gracias!
Gracias a ti, Candelaria. Me preocupa lo de los audios porque lo mejor de ambas entradas es poder escuchar las respuestas del profesor Meyer. En principio basta con clicar sobre su nombre, en cada pregunta, para que se abra el audio correspondiente. De todos modos, lo revisaré por si hay algún problema técnico. En cuanto al festival de bellezas actorales que proporciona la película, es el eterno dilema entre ficciones y realidad. Pero, en ocasiones, la realidad le gana a la ficción; doña Tulita, la mujer del general Gorostieta, era guapísima:

Y tras tan sesuda consideración, ya con esta me despido. Un abrazo grande.